Detalles
Sorprende el hecho de que a pesar a lo relativamente limitado de su extensión (232 págs.), este libro constituya uno de los mejores estudios teológicos escritos hasta hoy, desde un punto de vista académico, sobre la oración. Basta con echarle una mirada a la extensa bibliografía para constatar que el autor ha concentrado con éxito en las páginas de esta obra, lo mejor que se ha dicho y escrito hasta la fecha sobre tan importante tema. Su enfoque es exhaustivo y se estructura en dos partes: en la primera parte habla, a modo de introducción, de Dios como comunicador y posibilitador de todo acto de comunicación; de cómo Dios decidió comunicarse con el hombre a través de la 'revelación natural: la Creación' y la 'revelación especial: la Palabra', y como entra en su voluntad divina que el hombre corresponda a esta revelación comunicándose con Él a través del medio provisto para ello: la oración. Prosigue con un estudio de la oración en la Escritura. Se adentra, luego, en el campo semántico, analizando los distintos vocablos hebreos y griegos. Aporta una amplia y novedosa perspectiva sobre la oración en los Salmos; y cierra con el tema de la obediencia como condición 'sine qua non' para la oración. La segunda parte la dedica casi por completo al análisis de la oración en la Iglesia actual, presentando las distintas tendencias contemporáneas y denunciando los peligros que encierran algunos conceptos y teologías modernas como la de la prosperidad, demostrando en que manera, más que en la Escritura y en la verdadera fe, hunden sus raíces en el humanismo, el secularismo y el hedonismo. Estamos, por tanto, ante una obra que con total independencia de su innegable valor académico, entra de lleno en el terreno de la polémica, con una denuncia valiente, abierta y sin paliativos, de muchas tendencias novedosas y abusos relacionados con la oración, que contaminan la Iglesia en nuestros días.
