Casa Cristiana Emanuel es un organismo cristiano evangélico fundado en 1.982 en Madrid, España, por José Palma y Rosa Mariscal, un matrimonio de pastores evangélicos, con el propósito de difundir las Buenas Nuevas en el lugar en el que se encuentra y de proveer a la Iglesia de los recursos necesarios para cumplir con la Gran Comisión y su propia edificación.

En los inicios, Librería Emanuel (nuestro nombre original, con el que aún muchos nos conocen) prestó sus servicios a toda España desde nuestra librería de Madrid. En 1.993, abrimos una librería en Bilbao, Vizcaya, al tiempo que comenzamos a compaginar nuestra actividad con la distribución de materiales cristianos a otras librerías.

Imágenes de nuestra librería en Madrid

A mediados de 2.003, la segunda generación tomó el relevo con la misma visión e ilusión. Desde entonces, Josué Palma y su esposa, Magdalena Piñero, están al frente de un excelente equipo de creyentes que cada día procura servir de corazón.

En la actualidad, nuestras tiendas son mayores que las iniciales y disponemos de una nave industrial en Torres de la Alameda, Madrid, que hace las funciones de almacén. A las clásicas tareas de atención al público, envíos a domicilio, asistencia a eventos con stands… hemos incorporado otras muy valoradas, como los actos que organizamos con prestigiosos autores y conferencistas.

A lo largo de estos 39 años de existencia, hemos visto la Mano de Dios ayudándonos. La fidelidad y apoyo de iglesias y creyentes ha sido constante. Nuestra gratitud supera nuestra capacidad de expresión. Desde el principio, nos comprometimos de todo corazón con la excelencia. Siempre nos hemos enfocado en brindar el mejor de los servicios, tanto cristiano como profesional, y hoy, más que nunca, nos sentimos deudores y renovamos nuestra visión.

Los retos del presente y del futuro son muchos. Las inversiones y esfuerzos que realizamos día a día para superarlos no sirven de nada si no los afrontamos con la Ayuda del Señor, y con ilusión y fuerzas renovadas. Nuestro deseo es continuar sirviendo y, para ello, somos conscientes de que necesitamos tu confianza. Humildemente, se la pedimos diariamente a Dios junto con la capacidad necesaria para honrarla.