Gracia es el favor inmerecido de Dios para el hombre. Nunca, por nuestros propios esfuerzos, podríamos alcanzar las maravillas que la Gracia nos regala: salvación, perdón, restitución, cambio, comunión, misericordia, piedad, gozo y entonces por qué seguimos viviendo de espaldas a ella?. Cargamos fardos que nos impiden avanzar, arrastramos recuerdos que nos paralizan, condicionamos nuestra vida a nuestras experiencias, creemos lo que otros dicen de nosotros, nos atan cadenas de amargura, nos desahuciamos a nosotros mismos y juzgamos a los demás.. la solución?...la Gracia...Gracia que, derramada en nuestros corazones, nos hará despertar a la nueva realidad de nuestra posición en Cristo.